Un nuevo relato mio, espero que les guste. Naty.
Me desperté, y busque en mi cama, ya te habías ido. Pensé por dentro, él sí que la hace fácil. Un día me llama me dice quiero verte, y al día siguiente se marcha sin decirme nada. Solo deja su aroma en mis sabanas.
Es ahí cuando me pregunto ¿Esto, es Amor?... ya empiezo a sospechar que no lo es.
Me manda miles de correos electrónicos al día, me escribe en el facebook mensajes de amor como: “te amo”… “gracias por esa noche maravillosa”… “gracias por los mates”… “gracias por esa comida”… pero él solo sabe decir gracias, nada mas. A veces creo que con eso no me conformo. Lo quiero días, y noches a mi lado. El se niega a dejarla. Yo me niego a dejarlo.
Él me dice que ya no existe amor entre ellos, entonces vuelvo a preguntarme ¿Esto, es Amor?
Respiro, profundo. Dejo que salga todo lo malo que mi alma tiene.
Busco mi celular entre las medias, y los zapatos de noche. Pero no está allí. Me levanto de la cama, camino unos pasos hacia el baño, me miro al espejo. Me veo con todo el maquillaje desparramado, los ojos llorosos. El lápiz labial corrido, besos desparramados por todo mi rostro. Eso es lo que veo, ¿Pero esto de que me sirve? Y ahí está la gran respuesta: me sirve para darme cuenta que soy una estúpida, que confía en los hombres, que le da el corazón a un idiota que solo quiere tener un poco de acción algunas noches. Y las demás esta sentadito en la mesa haciendo de marido, esposo ejemplar a otra que le lava, le plancha, le cocina comida que según él sabe incomible. ¡Pero bien que te la comes! Digo a mi misma una y otra vez.
Estúpida, me digo una y otra vez frente al espejo. Sos una mujer, no un objeto de entretenimiento dominical. Basta de jugar a los novios cuando solo me utilizas para sacarte las ganitas que la otra no le da.
Ahora digo yo: no sería re copado… ¿Qué esto mismo lo implementes? –Puf.- me digo en mi subconsciente, que quiere ser más consciente que mi propio organismo sexual.
Pero no sirve decir todo esto frente a un espejo veinte minutos, mientras él está jugando al hombre del año.
Suena mi teléfono, ¿Dónde está? Me pregunto una vez más. Ah ahí está, debajo de la cama, me agacho, meto la mano para alcanzarlo y me topo con algo, de forma extraña, lo retiro y ¡que es! Mi caja del tiempo. Esas cosas estúpidas que uno hace cuando es chica y cree en ciertas cosas que con el tiempo se da cuenta que realmente es absurdo guardarlas, cosas que nunca, pero nunca le dará importancia. Retiro la tierra de anteaño. Sigue sonando el teléfono suena el tema de él, su foto aparece en el celular. Abro la caja y ahí está.
Mi viejo diario, lo abrí ojee las primeras líneas y recordé que la última vez que lo había escrito había sido hacia diez años atrás, cuando tenía dieciséis años cuando me creía más inocente de lo que soy ahora, mas ingenua quizá, pero menos estúpida eso sí.
Pero eso no me llamo la atención, lo que sí me llamo realmente la atención fue la carta de mi madre, que estaba entre los papeles y fotografías viejas. Recuerdos de mí pasado por España y Francia durante mis estudios como traductora. Habían pasado años desde que no habría esa caja. El celular seguía sonando y él parecía impaciente. Volví a leer mi diario y ahí estaba la respuesta a mi vida, mi conciencia infantil parecía querer hablarme atreves de las siguientes líneas.
No te engañes a ti misma con besos, caricias, con gestos que nunca serán verdaderamente tuyos. No busques complicaciones en gente que pueda dártelas.
Busca un amor sincero, sin vueltas; se que será difícil de encontrar pero has el intento. Mis esperanzas están puestas en ti, quizá hallas aprendido del error que es amar alguien no correspondido.
Sé que ahora soy una niña, una adolecente que no comprende la palabra amor, y fácilmente se enamora de esa palabra.
Fácilmente podría decirte en estas líneas: Cásate con alguien de plata, que el dinero ayuda, ten hijos, ten nietos, ten un bello funeral. Asegúrate de ser feliz sin amor. Pero esto no sirve de nada.
La realidad es que no puedes vivir en un cuento de hadas donde el príncipe azul llegara para rescatarte de las garras del despiadado dragón. Se un poco mas ese dragón y comete al príncipe.
Los cuentos déjalos para tus hijos si es que en algún momento los tienes, no vivas de ilusiones falsas, no creas que todos te aman. No te engañes a ti misma
Busca un hombre que te ame por quien eres, que te aprenda a entender se que será difícil para él porque vamos, ya sabes que eres bastante complicada.
Busca la felicidad, ella no aparece sola, no mendigues el cariño que algunos prometan darte.
Es sencillo escribirlo pues ahora tendrás la tarea de implementarlo.
Se feliz… Lorena.
20/01/1999.
Parecía que antes me conocía mucho más que ahora, esa Lorena ya no existía. La Lorena del 2011 era estúpida, realmente no había tomado enserio estas palabras.
Mire mi celular y tenía dos llamadas perdidas y una que estaba entrando en este preciso instante.
-Hola.- dije no quería contestar, mas después de lo que había leído.
-Amor, ¿Dónde estabas?- después de irse, sin decir nada pretendía vigilar mis pasos
-A ningún lado, estaba acá.- dije algo molesta.
-Nos vemos hoy, tengo un rato libre después de las 18:00 hs. Puedo ir a tu departamento o nos vemos en el café de siempre como vos quieras.- y volvimos a lo mismo de siempre, y volvió de nuevo la misma pregunta ¿Esto, es Amor?- ¿Estás ahí?- dijo nuevamente después de quedarme en silencio.
- Sabes que Andrés, no.- dije decidida, increíble pero decidida.- no quiero esto, no quiero más verte así.- dije la voz quería quebrarse y decirle que era una broma, que me había adelantado al día de los inocente. Pero no, era real. – No me sirve tenerte a medias, vos hace tu vida y yo hago la mía.- él se quedo en silencio, no interrumpió en ningún momento como había imaginado miles de veces en mi cabeza.
- Si vos lo queres así.- dijo él,
Colgó y una lágrima recorrió mi rostro, me dije a mi misma que había sido la mejor de las decisiones que había hecho. Pero ¿Porqué dolía?,¿ Porque me sentía vacía?.
La conciencia había sido astuta en dejar esa nota en mi viejo diario, y si no sonaba el teléfono debajo de mi cama quizá nunca hubiera encontrado esas líneas de hacía diez años atrás.
1 comentarios:
La verdad, me encantó!! y tiene razón...cuando te usan asi pormás que te duela como nada, dejalo ir porque no sirve para el corazon tanto sufrimiento.
Te pasaste!!! Vero
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